Recordando los comienzos de la fiesta de los Baños y preguntando a los miembros de la generación que hizo de esto una tradición, se cuenta que las peñas El terror y Calaveras bajaban hasta el Molino todos los años el sábado después de terminar las fiestas para preparar una comida. Al cabo del tiempo estas peñas se juntaron para formar Primeros Auxilios (ahora conocidos como No hay manera) y cambiaron el lugar por la Tejería, el Batán, el Puente de los tres arcos y Los Baños. Después de esta comida, todos juntos acudían a Anadón, pueblo vecino, para jugar un partido de fútbol y disfrutar de sus fiestas.

Bastantes años después, otras generaciones se apuntaron a esta tradición, por ello se podían ver a miembros de Los Chaveas, Chamizo 54, Los Sintecho, Los Sobraos, La Cuba hasta llegar a los más recientes, pero siempre presentes, Los Zahumaos.

 Estos últimos seguidores de la tradición, atribuyen esta festividad a las Fiestas del balneario en honor de San Ramón el último fin de semana de Agosto; aunque realmente, los precursores afirman que esto solo es coincidencia, puesto que se hacía para terminar con el bote conseguido durante las fiestas de las Mozas.

 Cuando los peñistas más jóvenes comenzaron esta tradición, bajaban andando o con las bicicletas a esperas de que la No hay manera trajeran la comida con los coches y luego los devolvieran al pueblo sin mucho esfuerzo. A la llegada al pueblo se jugaba un partido de fútbol en las instalaciones Lindazos y después todos acudían a sus casas para cambiarse de ropa e ir a cenar a Martín y de fiestas a Montalbán.

Estos últimos años se han cambiado las cenas del pueblo vecino por la unión de los peñistas en algunos de sus locales para más tarde acudir a las fiestas de Salcedillo.

Cuando el Balneario esté puesto en marcha, esperamos que esta tradición no se termine y podamos reunirnos todos en el restaurante o en la zona de los Baños.